Que frase más elocuente, “construir un mundo más amable”. Me apunto; yo también quiero y deseo vivir en un entorno más agradable, sin palabras tóxicas, sin gestos desagradables, ni miradas que te paralizan, ni recordar en mi cabeza
«¡Ahora no, que estoy ocupada!!!».
«¡Déjame, tengo cosas más importantes que escuchar tus tonterías!!!»
Actuamos así a lo largo de la jornada, nos olvidamos que somos los/as modelos de nuestros hijos/as y, que nuestro lenguaje, nuestros actos repercuten en su memoria, en sus recuerdos tanto de forma consciente como inconsciente.
Cuando decimos las palabras adecuadas, en el momento oportuno y con el lenguaje corporal adecuado a cada situación, los/as más pequeños comprenden los mensajes que les transmitimos de forma clara y segura. Por lo que los adultos que rodean a los pequeños/as tenemos que ser muy objetivos con las palabras que utilizamos para lograr que nuestra comunicación sea entendida y nuestros receptores capten el mensaje sin llevar a confusiones.
Al comunicarnos con los /as más chiquitines tenemos la tendencia de utilizar un lenguaje infantilizado, por ejemplo: Lili, vamos a tomar el bibi. ¿Quieres el tete?
El tema de esta semana en el encuentro de la ESCUELA DE PADRES, es fundamental para realizar una profunda reflexión sobre el lenguaje positivo para educar de forma amable y coherente desde los inicios de su aprendizaje y el empleo correcto del mismo, para que cumpla con la misión de aprender y comprender su significado ,que es lograr una comunicación fluida a cualquier edad., y en cualquier contexto ,puesto que no es lo mismo un mensaje transmitido a un niño/a de infantil que tiene un lenguaje limitado que ese mismo mensaje transmitido a un adulto
Reseñando el libro de Luis Castellanos, que trata sobre el lenguaje positivo y nos recuerda las palabras que están instaladas en nuestras cabezas, en nuestros recuerdos, que nos hacen creer cómo somos, debido en gran parte a lo que las demás personas nos acaban diciendo cómo somos, para bien y casi siempre, para mal.
Castellanos las denomina, palabras habitadas, y nosotros queremos a través de los encuentros, que esas palabras que deseamos adoptar en nuestra vida sean, para ser más positivos y nos lleven a crear un mundo más amable.
Lo haces muy bien.!!!
Sigue así y lo conseguirás.
¡¡Me ayudas, porfa!!
Montserrat Moldes