Hoy me voy a centrar en los progresos y avances de los niños/as en el aula de música. Los más chiquititos, que aún no se mantienen de pie, manipulan los instrumentos de percusión (maracas, sonajeros, crótalos, huevos…) mientras canto canciones al piano, es maravilloso ver como empiezan a interiorizar el concepto de “pulso” sin saberlo y a bailar sentados en la alfombra.
Son capaces de tocar con las conchas de vieira tocando partes del cuerpo que vamos nombrando en la canción Aserrín Aserrán cuando ya se ponen de pie, ponemos las conchas en la cabeza y practicamos equilibrios. También aparte de descubrir su cuerpo, trabajamos la lateralidad…izquierda/derecha, eso sí siempre cantando. Se potencia su concentración y sus habilidades psicomotoras.
Según se van desarrollando y madurando con los tambores, instrumento rey por autonomasia, asimilan con facilidad elementos como fuerte / suave según nos marque el piano… a la vez vamos creando una historia; o aprenden rápido/lento con partituras, donde se puede sentir el ambiente de los camellos en el desierto o los caballos al galope por las campiñas.
Cada día que pasa me sorprenden con nuevas experiencias motrices y sus diversas emociones con los cuentos y piezas musicales a las que invento una narración interesante.
Es un lujo trabajar con ellos /as y un honor participar con mucho amor en el desarrollo evolutivo de su personalidad.
Profesora de música: Rosana Digón R.